En tiempos de cambio, como los que vivimos actualmente, se nos invita a gestar profundas transformaciones en nuestras formas de vida con el fin de obtener estilos y hábitos que conduzcan a obtener mejores niveles de bienestar y salud integral. Es así como se nos ofrece un recurso poderoso y de fácil accesibilidad para todos y consiste en conectar con espacios verdes donde tengamos un encuentro con la naturaleza, también llamado “Baños de Bosque o Shinrin-yoku”.
Los baños de bosque datan de costumbres milenarias, que buscaban un contacto con la naturaleza de forma consciente. En la actualidad el gobierno japonés ha implementado estas prácticas, para lo cual invita a sus ciudadanos a caminar en el entorno verde en conexión con la respiración y el ritmo de la naturaleza.
El baño de bosque, nos invita a realizar actividades en la naturaleza para hacernos parte con ella, olvidándonos de las preocupaciones cotidianas, porque se realizan en una forma simple, desprovistos de elementos distractores, como equipos celulares, y se ingresa a un estado meditativo de armonía al recibir el aire limpio de los árboles; nos dejamos llevar por los sentidos, desde el aquí y ahora; escuchamos, olemos, degustamos, palpamos, abrazamos y observamos conscientemente todo el hábitat natural que nos rodea.
Dos horas de caminata consciente pueden bastar para rebajar los niveles de estrés y los efectos se prologan durante muchos días después de cada “baño”. Sus beneficios van mucho más allá de la relajación. La atmósfera del bosque activa de manera automática las áreas cerebrales relacionadas con el placer y la emoción. Quedan olvidadas las metas y las inquietudes y empezamos a disfrutar del momento.
La falta de contacto con espacios verdes, generan lo que se viene conociendo por la ciencia médica como “trastorno por déficit de naturaleza”. Si bien, la Organización Mundial de la Salud, no la cataloga aún como enfermedad, su sintomatología es cada vez más frecuente observarla en las ciudades.
El llamado actual es a desarrollar un estilo de vida más armónico con la naturaleza y por supuesto, los urbanistas cumplen un papel protagónico.
Según Richard Louv, autor de El último niño en los bosques y de Volver a la naturaleza (Editorial RBA), los seres humanos, especialmente los niños, pasan la mayor parte de su tiempo en espacios cerrados y sobre estimulados con la tecnología. Cada vez más se pierden los espacios al aire libre, en perjuicio de la salud física y mental.
Amar la naturaleza forma parte del amarse a uno mismo. Hoy existe una nueva palabra médica, la biofilia, para referirse al contacto con la naturaleza como vía para recuperar la salud.
Al entrar en relación con espacios verdes encontramos una forma bastante simple para resolver todo tipo de enfermedades por las razones que a continuación exponemos:
Disminuye el estrés
Realizar actividades físicas dentro de un entorno natural tales como caminatas, abrazar árboles, descansar en medio de ambientes boscosos, etc., genera una activación de los cinco sentidos con el ambiente que nos rodea. La respiración profunda y la conexión con el ritmo de la naturaleza permite una baja en las hormonas asociadas al estrés (adrenalina y cortisol), incluso, meditar o sólo sentarse en calma en actitud contemplativa, reduce drásticamente la tensión arterial y permite alcanzar altos niveles de tranquilidad y sosiego.
Refuerza el sistema inmunológico
Investigadores holandeses han observado menos casos de enfermedades y problemas de salud, incluidas las enfermedades coronarias, el asma y la diabetes, en personas que viven a menos de ochocientos metros de una zona verde.
Reducción del cansancio mental
Estamos permanente sobrecargados de labores y actividades, con el consecuente agotamiento.
La buena noticia es que, investigaciones realizadas en la revista Journal of Environmental Psychology, afirma que la exposición a entornos naturales restaura la energía mental. Incluso, el simple hecho de contemplar fotos de la naturaleza, otear dibujos de árboles, observar un video que nos ofrezca bellos paisajes naturales, genera automáticamente pensamientos positivos y opaca los negativos.
Aumento de la creatividad
Los psicólogos ambientales de la Universidad de Michigan han investigado cómo incide en el individuo, la sola visualización de aquellos cuadros naturales como: la contemplación de un arroyo, la puesta del sol, el aleteo de una mariposa o la imponencia de un árbol centenario. Esta sola actividad de contemplación, recupera y descansa el cerebro.
En la naturaleza el cerebro es más propenso a la reflexión, a la ensoñación, a la divagación y por lo mismo, a una mayor creatividad.
Aumento de la felicidad
Igualmente, se ha establecido que los espacios verdes mejoran el humor y la autoestima; un elemento crucial para la felicidad personal.
A partir del reconocimiento de los beneficios que brinda el contacto con la naturaleza y, ante la pregunta del cómo acceder a ella en tiempos de confinamiento, hay varias estrategias que te permitirán reconectarte con ella.
- Busca un lugar en tu residencia, donde puedas estar cerca del sol, mirar el cielo; una ventana, terraza, balcón, es esencial para nuestra salud física y psicológica. El color azul del cielo y la luz del sol nos reinician y mejoran nuestro estado de ánimo.
- En YouTube podemos ver hermosos videos relajantes, ambientados en maravillosos escenarios naturales.
- Escuchar audios con sonidos de la naturaleza, cantos de pájaros, sonido del mar y de viento etc. Esto generará automáticamente un estado de relajación.
- Colgar fotos y posters de escenarios naturales en las paredes de casa también favorece los efectos positivos.
- Instalar una pequeña fuente de agua en tu habitación o zona de estudio; el sonido del agua ayuda a calmar nuestros estados emocionales.
- Tener algunas maticas en tu espacio personal; dedicarles un poco de tiempo a su cuidado, regarlas, acariciarlas (recuerda que son seres vivos) con un fondo musical de sonidos de la naturaleza, es profundamente relajante.
- Impregna el lugar que habitas con fragancias que evoquen la naturaleza te ayuda a reducir el éstres, puedes acudir a velas de aromaterapia.
- Practica en casa el «mindfulness» que te envuelve en el mundo natural y encuentra un lugar que sea solo tuyo, un sitio en el que puedas disfrutar una calma reconfortante.
¿Te animas a realizar alguna de estas actividades?
Veras que, de forma muy sencilla, podemos lograr resultados muy importantes en la transformación de nuestras emociones y por ende en nuestra salud. Esto es recomendable hasta tanto podamos retornar a los espacios naturales y de preferencia, adentrarnos en un frondoso bosque, rodeado de pájaros, mariposas y bellas hadas.
Te regalo algunas imágenes de bosques en el santuario del alma para que lo sientas, lo vivas y contemples la profunda transformación que tu alma sentirá.
¡ANIMATE!
Fuentes consultadas:
- Nuñez, Manuel. Remedia tu déficit de naturaleza con baños de bosque. Como se toma un baño de bosque. Revista Cuerpo-Mente, 21 de febrero de 2020. Disponible en https://www.cuerpomente.com/salud-natural/terapias-naturales/curarse-contacto-naturaleza.
- Abella, Ignacio. El poder sanador de los árboles. Agosto 7 de 2018. Disponible en https://www.cuerpomente.com/salud-natural/terapias-naturales/curarse-contacto-naturaleza
- Paz, Pablo. Biofilia. Curarse en contacto con la naturaleza. Noviembre 26 de 2019. https://www.cuerpomente.com/salud-natural/terapias-naturales/curarse-contacto-naturaleza.
- Sabater, Valeria. La necesidad de tomar contacto con la naturaleza tras el confinamiento. Mayo11 de 2020 https://lamenteesmaravillosa.com/la-necesidad-de-tomar-contacto-con-la-naturaleza-tras-el-confinamiento/
- Ivens, Sarah. “Terapia del Bosque”. las diez mejores ventajas del bosque. Edición Urano. Madrid. España. 2018. Págs. 30-47.
